Desde
la profunda crisis del 98, hablo del siglo XIX, España como concepto es un
problema, que para Ortega y Gasset, por ejemplo, ya en 1921, caracterizaba por
un déficit de vertebración, y que con la Constitución vigente, como casi
podemos ver a diario, en forma alguna se resuelve con la puesta en marcha el Estado
de las Autonomías que nos rige. Pero la Región de Murcia, con la aprobación de
su Estatuto en el 82, se quiera o no, tiene la competencia absoluta en materia
de arquitectura y urbanismo. Han transcurrido desde esa aprobación ya más de 30
años y en consecuencia podemos y debemos preguntarnos por el estado de la
arquitectura y del urbanismo en esta Región.
Esta
será la tesis: la arquitectura, y el urbanismo también, ha terminado
completamente secuestrada por un peligroso conglomerado de agentes públicos que
se han terminado aprovechando de la
crisis económica actual para terminar de constituirse y actuar pasando casi desapercibidos.
El
conglomerado público se ha ido constituyendo progresivamente, adquiriendo
cohesión con el paso del tiempo a base de expulsar los elementos centrífugos e
incorporar los centrípetos, pero hoy se puede decir que ha adquirido su completa
madurez y su perfil se reconoce con toda nitidez. El conglomerado, como todo
conglomerado se compone de elementos diversos, entre los que destacan:
técnicos, políticos y altos funcionarios, nombrados en rango creciente de
relevancia. Técnicos, fundamentalmente arquitectos. Políticos, en todos sus
cuadros: concejales, alcaldes, directores generales, consejeros. Y altos
funcionarios tipo: interventores, secretarios, tesoreros, etc.
El
conglomerado, que me atrevo a denominar como “tormo”, tiene por principal
misión adoptar la práctica totalidad de las decisiones públicas que tienen que
ver con estas materias, con independencia de que su ámbito de acción se pueda
extender a otras áreas también de su competencia, y, precisamente, en la
naturaleza de las decisiones que adopta puede reconocerse el odio profundo,
íntimo, que profesa a la arquitectura y el urbanismo. Por eso puede hablarse de
secuestro porque quienes tienen la obligación de impulsar una materia dada
actúan por el exterior de los criterios que le corresponden. Si en algún
momento se clamó por la muerte del urbanismo o de la arquitectura, como una
reivindicación, hoy el urbanismo o la arquitectura, aquí, son cuerpos
encarcelados, y vigilados por quienes tienen la obligación de su cuidado y
desarrollo.
No
hay tiempo para desarrollar esta interpretación de forma exhaustiva, científica
o razonadamente técnica, pero creo que tres ejemplos pueden al menos hacer
pensar que parte o todo de este secuestro se está produciendo. Un secuestro,
por cierto, sin rescate, porque no es una razón económica la que los moviliza,
sino estrictamente emocional. Pero vayamos a los ejemplos.
Ejemplo 1: Lorca.
El
terremoto de Lorca de mayo de 2011 destrozó una parte importante de la ciudad y
pronto se llegó al consenso de su reconstrucción, reuniéndose para ello cientos
de millones de euros, si sumamos las aportaciones de las diferentes vías que
están concurriendo. Toda la reconstrucción de Lorca ya está en marcha en un
tiempo relativamente breve, comparado por ejemplo con el terremoto y tsunami de
Japón de marzo del mismo año, una comparación, por cierto, muy reveladora en
diversos aspectos. Pero de qué reconstrucción estamos hablando. Voy a leer la
nota de prensa del propio Ayuntamiento de Lorca cuando informa de las mejoras
introducidas en el proyecto de reconstrucción del último edificio que quedaba
pendiente:
22/11/2013.
El inicio de las
obras de reconstrucción de un nuevo edificio en La Viña eleva la cifra de
viviendas en reedificación a 800
El
Alcalde de Lorca, Francisco Jódar, ha asistido esta mañana al acto de inicio de
obras para la reconstrucción del edificio “Granada”, unas de las construcciones
que tuvieron que ser derribadas a consecuencia de los daños provocados por los
terremotos del año 2011. Este gran edificio, el último en ser demolido en el
Barrio de La Viña, comienza su reconstrucción y lo hace con el objetivo de ser
mucho mejor que antes de los seísmos. Se reconstruirán las 48 viviendas y los 4
bajos comerciales, pero además los vecinos dispondrán de más plazas de garaje,
mejoras constructivas y decorativas, viviendas más eficientes en cuanto a
energía, acústica o aislamiento, y todo ello en un edificio más sólido. Con el
comienzo de las obras en el Edificio Granada, las viviendas en reconstrucción
superan las 800, además de las 70 que ya han vuelto a ser habitadas. Casi todos
los edificios de La Viña están en pleno proceso de reconstrucción, algunos en
un estado muy avanzado. La reconstrucción de La Viña va a toda velocidad
conformando un nuevo barrio con edificios mejores y más fuertes. Por mi parte,
quiero felicitar a todos los vecinos del Edificio Granada, comenzando por el
Presidente de la Comunidad, nuestro querido Pedro Ayala, y siguiendo por cada
una de las personas que aquí vivirán porque han sido ejemplo de unión para
conseguir el objetivo deseado por todos. Han superado cualquier tipo de
obstáculo y todos sus esfuerzos tendrán la justa recompensa de poder volver a
casa muy pronto, a una casa que será mejor.
El
Alcalde ha anticipado que de manera inminente comenzarán las obras de
regeneración del Barrio de La Viña, que supondrá una actuación integral sobre
un área de casi 100.000 metros cuadrados que incluirá la renovación de
servicios soterrados, creación de más zonas verdes, instalación de nuevas
luminarias y mobiliario urbano, calles más accesibles, nuevos espacios
vecinales, más plazas de aparcamiento,… Todo ello será posible gracias a una
inversión de 5´8 millones de euros por parte de la Comunidad Autónoma que
permitirá configurar el mejor barrio de toda la Región de Murcia.
Los
datos del nuevo edificio. Se trata de un inmueble ubicado en el Barrio de La
Viña, en concreto se reconstruirá en la Avenida de La Salud, números 2 y 4.
Serán reedificadas las 48 viviendas existentes antes de los seísmos,
distribuidas en seis plantas y que conservan las mismas dimensiones y
orientación que las que tuvieron que ser demolidas. También se reconstruyen los
cuatro bajos comerciales preexistentes que conservan la misma ubicación aunque
pierden un poco de superficie debido al aumento de espacio en zaguanes,
escaleras y ascensores para adaptarlos a la normativa actual. Esta nueva
construcción contará con mejoras muy importantes con respecto a la demolición
que fuera demolida como es el caso de:
Una planta de
sótano adicional para plaza de garaje
Cociente
sísmico superior a la normativa vigente.
Calificación
energética de categoría “B”.
Fachadas con
aislamiento térmico y cámara de aire ventilada.
Carpintería
metálica de acero inoxidable y aluminio con rotura de puente térmico y triple
vidrio.
Aire
acondicionado y calefacción en todas las viviendas.
Puerta
acorazada de entrada a cada vivienda.
Puertas
interiores de roble, alicatados de Porcelanosa, suelos interiores de gres
porcelánico o pavimento laminado, cocinas totalmente amuebladas con
electrodomésticos incluidos.
Ejemplo 2: El planeamiento general
Me
atreveré a asegurar que todo el planeamiento general de la Región de Murcia,
todo, absolutamente todo, es obsoleto, desproporcionado y manifiestamente
maléfico. Pues bien no existe, al menos que yo conozca, la menor intención de
revisarlo.
Ejemplo 3: Operación plastificado
Que
plastificar la ciudad sea el procedimiento adecuado para alcanzar el enunciado
objetivo de embellecerla, resulta como mínimo paradójico, en un mundo pendiente
de la sostenibilidad. Leeré, para acabar, una noticia al respecto de ayer mismo
publicada en el periódico de La Verdad:
Nuevos vinilos cubrirán un solar
de San Pedro y los cines Floridablanca.
El
entorno de la iglesia de San Pedro -sede de la cofradía del Santísimo Cristo de
la Esperanza, María Santísima de los Dolores y del Santo Celo por la Salvación
de las Almas- y el local que ocuparon los cines Floridablanca, en El Carmen,
contarán en breve con nuevos vinilos decorativos a petición de las juntas
municipales. En el caso de San Pedro, la Concejalía de Calidad Urbana e
Infraestructuras pretende cubrir las vallas de obra de un solar ubicado en la
misma plaza de San Pedro, donde se pretende levantar un nuevo edificio de
viviendas. Las imágenes seleccionadas por el fotógrafo Joaquín Zamora, y a las
que la concejal Ana Martínez Vidal le ha dado el visto bueno tras el
beneplácito del alcalde, corresponden a la Semana Santa murciana, y en ellas
figuran detalles de 'La Cena' de Salzillo, una de las obras cumbre de la
imaginería barroca, que pertenece a la Cofradía de Jesús; escenas de
penitentes, así como detalles de monas, caramelos, palmas, bocinas.
Para
cubrir los degradados bajos de los cines Floridablanca, cerrados al público en
enero de 2006, se ha elegido una imagen en gran formato del interior del Real
Casino de Murcia. La edil Martínez Vidal asegura que se ha pedido permiso al
propietario y ha autorizado la actuación. «Como en otras zonas, lo que se pretende
con estos elementos es mejorar la visión de entornos comerciales que puedan
verse degradados por tener un solar en obras o un local cerrado. Así hemos
actuado ya en Jabonerías, en Trapería, en la plaza de Las Flores y en Calderón
de la Barca», expone la edil popular, quien apunta que el vinilo de la calle
Serrano Alcázar se ha retirado, ya que han empezado las obras para levantar un
edificio, aunque será trasladado a uno de los laterales del antiguo inmueble de
La Oca, en la calle González Adalid.