viernes, 18 de enero de 2013

53

Hoy es mi cumpleaños y como nací en los inquietos 60 me toca cumplir 53, un número indiferente, una edad incierta, lejos de toda juventud, y demasiado distante de una relajante retirada. Hoy también hace 10 años que murió mi muy querido colega Enrique Carbonell, esto sí que son un montón de años de extrañamiento. Dos efemérides bien distintas que intentaré conectar. De otra parte este blog se propone como una experiencia personal de comunicación entre nosotros y a través de él quiero también aprovechar para agradeceros colectivamente a todos los fbamigos vuestras felicitaciones con un entrada más íntima. Intentaré situarme ante un binomio difícil, incómodo pero probablemente insoslayable: pesimismo-optimismo (en respuesta también a mi apreciada Javaloyes)

Ultimamente parece que estas categorías resultan muy significantes, agrupando en los optimistas a todos los que luchan por un futuro y en los pesimistas a todos los que renuncian a ese esfuerzo. Bien, pues si esto fuera así no creo conocer persona más optimista que la que escribe. Así, pediría que todo mi mundo me reconociera como una gran optimista, como un irremediable optimista. Creo en todo y en casi todos, confío en la belleza, en el humanismo incluso, en la bondad, en la moral y el sentido, en la ética, en las personas y en las cosas, en los sistemas, en las estructuras, en la sociedad, en las virtudes y en los espíritus, y tambien creo en mi mismo y en todos vosotros. Ser optimista o pesimista tiene que ver con la actitud frente al mundo de uno y los suyos, y yo sin fisuras confio en mi y en nosotros. Y conforme mi edad avanza y mi espacio se dilata y el nosotros es más amplio: lo ratifico. Y si miro hacia atrás solo veo cosas maravillosas, experiencias plenas, satisfacción constante, aprendizaje progresivo, crecimiento enriquecedor, luego no tengo dato alguno que me permita aceptar la tristeza, la nostalgia, la desesperanza o el desentendimiento.

Pero esta edad me ha enseñado (y probablemente más que nadie Enrique) que en el mundo existen falsos optimistas que enmascaran en una capa de interes público o social, o de progreso, una triste ambición personal de presencia, de protagonismo y, de lo que es más frecuente, de enriquecimiento silencioso a costa de ti y de mi, a base precisamente de nuestra confianza en ellos como parte del todo que queremos. Y estos son los que suelen insistir en la importancia del optimismo, pero ojo, es un optimismo interesado, pervertido, lo que quieren es señalarte a tí y a mi como pesimistas, como incapaces por abatimiento, quieren excluirnos, dejarnos fuera de su competencia. No son muchos, pero ocupan cargos importantes, suelen estar siempre sentados detrá de una mesa grande que impide el dialogo, el compartir, el sano discutir. Tambien se les distingue porque pronto recurren a las normas, a los reglamentos, a las directrices, a las consignas, y resulta imposible dialogar con ellos porque nunca desvelaran las bases de su pensamiento, y tu tan franco, tan claro, tan trasparente, te verás, al poco, desnudo y desvalido, y tendrás frio. Entonces el humor y la ironía entrarán en juego, y aceptaremos la convivencia con el servilismo porque su tristeza arrastrandose por este mundo, su lamento constante de sus problemas personales, nada tiene que ver con nuestra confianza en un nosotros inquebrantable. Ellos hasta con su impecable corbata y tu en pelotas muerto de risa.

La vida indiscutiblemente es finita porque los cuerpos son breves segmentos de tiempo, pero la consciencia de la vida permite la belleza de la evaluación de uno y su contexto. Que no se confunda la satisfacción de la experiencia con el deseo de que todas ellas, las vuestras y las mias, sean plenas.


2 comentarios:

  1. Penchaco, gracias por meternos a más de uno esa semilla eterna de continua mirada aguda, profundas patas de gallo y sonrisa sincera, ¡felices 53, viejoven!.

    Aprovecho para presentarte a Esti, otra bichaca de Alicante, que recién leí su post y el tuyo y mira que usáis distintas palabras pero tocáis el mismo núcleo atómico: http://viajeraintr3pida.blogspot.com.es/2013/01/valientes.html

    Abrazacos!

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  2. Alto y claro Pencho, además de, al menos para mí, muy necesario hablar sobre estos temas.
    Y ya puestos, ¿Has escrito ya sobre el porqué del título de éste, tu blog? ;)
    Felicidades. El 5 el 3 son número muy especiales.
    Abrazos
    María

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