miércoles, 16 de enero de 2013

TERRIBLE INQUIETUD

 
Estábamos francamente entusiasmados al apreciar lo cerca que estaba el final de un trabajo que por la incorporación de una revisión crítica sustancial del modelo consolidado íbamos a conseguir abaratar hasta reducir a un tercio de su coste habitual: una piscina climatizada cubierta, y social y energéticamente sostenible. Nuestra vanidad nos llevaba a casi oler el éxito. Pero una mañana ya fría de primeros de noviembre de 2011 nos encontramos con una sorprendente escena que nos dejo aún más helados, a pesar de que todavía quedaban brasas candentes. Esa noche uno de nuestros pocos proyectos a futuro había ardido como una espeluznante y gigantesca bola de fuego:
 
 
 
Mas de un año después, ayer, dos noticias se agolpan: el acuerdo para la reconstrucción de la edificación y la publicación de la investigación policial. Ambas invitan a la reflexión, pero, hoy, atenderemos la segunda.

Una vez hecha pública la alta posibilidad de que lo ocurrido pueda calificarse de atentado procede advertir del surgimiento de una fuerza política que defendería una especie de integrismo de la deuda y que pudiera arrastrar a los sectores más débiles de la sociedad. La obsesión por reducir la deuda pública y reducir, al tiempo, los impuestos, solo es abordable desde una radical desaparición de toda acción pública que signifique gasto y desde su constante difusión por todos los medios puede terminar interiorizándose en lo profundo de muchas consciencias. Lo público se reduciría entonces a la sola representación y a la gestión de una mínima supervivencia. Así al tiempo que surgen rechazos radicales por la intensidad de los recortes que se abordan, también empieza a surgir el rechazo contrapuesto por la debilidad con que se ejecutan. Y esto no es ninguna quimera, es una realidad incipiente terriblemente inquietante.

 

1 comentario:

  1. NO sé muy bien como explicar las conexiones que establezco entre este post que escribes, tú mismo, y el enlace al post que te envío yo: http://www.lapetiteclaudine.com/archives/010653.html (Los palacios de la memoria).

    Pero lo cierto es que al leerlo me he acordado de tí , de este blog que has iniciado (cuyo tono no optimista me incomoda un poco, la verdad), y de la noche aquella que leiste un poema en el Trajín, mientras llegaba la policía.

    He llegado ha este post a través de ver la peli "Mercado de Futuros", que si no la has visto la ties que ver, ;)

    Un abrazo. María

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